La agresión contra Misael, un joven frutero, desató la furia de pobladores que incendiaron una casa y un vehículo; la policía rescató a dos mujeres y se reportaron detonaciones.
Tehuacán, Pue. – Lo que comenzó como una exigencia de justicia por parte de los ciudadanos, terminó en un episodio de violencia, incendios y enfrentamientos, tras la agresión a Misael, un joven vendedor de frutas de 22 años, que fue golpeado brutalmente por el dueño de un negocio de refrigeración y su hijo.
El altercado, ocurrido el miércoles al mediodía en la 25 Norte y avenida Independencia, se viralizó en redes sociales luego de que circulara un video en el que se observa cómo los presuntos agresores, identificados como Julio y Gerson, padre e hijo, golpean a Misael tras exigirle que moviera su mototaxi con el que vendía cocos. El joven se negó y fue atacado hasta presentar convulsiones.
La indignación no se hizo esperar. En redes sociales, ciudadanos convocaron a manifestaciones y bloqueos en el centro de Tehuacán, y más tarde se difundieron mensajes incitando a tomar justicia por propia mano. Las publicaciones señalaban las posibles direcciones de los agresores, lo que derivó en la movilización de cientos de personas hacia la colonia Niños Héroes.
A pesar de los llamados de la madre de Misael a evitar la violencia y permitir que la Fiscalía General del Estado actuara –ya que su hijo había interpuesto la denuncia y contaba con medidas de protección–, la turba decidió continuar.
Durante la noche, los ánimos se encendieron aún más. Un automóvil fue incendiado y lanzaron piedras a la vivienda de los presuntos agresores. Posteriormente, el inmueble también fue consumido por las llamas. La policía logró rescatar a dos mujeres: la esposa y la madre de los señalados.
Testigos aseguran que en medio del caos se escucharon disparos provenientes de ambos lados, lo que generó momentos de tensión. Elementos de la Policía Municipal, Estatal, la Marina y Protección Civil acudieron al lugar, pero no lograron contener del todo los actos vandálicos.
En la madrugada del jueves, el negocio de refrigeración perteneciente a los presuntos agresores también fue incendiado por personas encapuchadas. No se ha confirmado si hubo personas detenidas hasta el cierre de esta edición.
Misael continúa recibiendo atención médica, mientras que la población exige justicia formal. Aunque los actos reflejan el hartazgo social, también abren un debate sobre los límites de la protesta y el riesgo de la justicia por propia mano.